martes, 24 de julio de 2007

En un abrir y cerrar de ojos...

Es sorprendente cómo es que el estado de las cosas puede cambiar. Un día, tienes algo y al otro se ha ido. Y aunque suene totalmente trillado, eso de que cualquier decisión que tomes en tu vida, por mínima que sea, acarrea una repercusión, pues es cierta. La vida mía ha dado varias vueltas en el último año. Ni siquiera me empeñe en que cambiara, sólo dio un giro vertiginoso al que aún me cuesta adaptarme.
Al contrario de lo que se pueda pensar, no todo cambio es bueno. Porque cada variante acarrea almacenar en tu cabeza cosas que se convierten en solo recuerdos y que talvez no estés listo para almacenar. Caras, voces, risas, experiencias que uno en su momento da por sentadas desaparecen y de pronto parece que nunca se hubiesen vivido, como si lo que alguna vez fue, es tan sólo un sueño y la gente que conocimos, tan sólo fantasmas creados por nuestra imaginación.
Hoy después de mucho tiempo, conversé con un buen amigo, amigo con el cual no conversaba hace meses. Las circunstancias nos colocaron en lugares cercanos y lejanos a la vez. Y mientras platicaba me di cuenta de lo mucho que las cosas han cambiado. Algunos años atrás ni por broma hubiera podido pensar que esa amistad terminaría en una corta conversación de 30 minutos cada cinco meses. Y es que todo pasa tan rápido que uno ni cuenta se da...
En un abrir y cerrar de ojos mi vida ha cambiado. No lo pedí, eso llegó de pronto. Y aunque puedo sonreír porque dibujar sonrisas al fin y al cabo no es tan difícil (y en realidad la gente nunca se pregunta si en realidad lo que irradia tu cara es en realidad verdadero), debo confesar que me siento vacía. Tengo todo lo que necesito, menos la tranquilidad de saber que al despertarme mañana en realidad podré en realidad decir que mi vida está donde yo quiero que esté. ¿Me lo he buscado? ¿Me he ganado ésta situación? Si es así, fue en un abrir y cerrar de ojos. Y es que como dije...acción es directamente proporcional a reacción...

No hay comentarios.: