lunes, 25 de junio de 2007

Donde habita el olvido

Recuerdo que alguna vez una amiga vino a mi diciéndome que no podía olvidar, que se encontraba muerta de pena, de nostalgia por el pasado vivido, de estupidez pues no creía verse así , todo por un amor que se habia ido.

(¡¡¿Amor? si tan sólo lo conociste el verano anterior, y de eso han pasado 5 meses!! ...en fin errores conceptuales lo tiene cualquiera y vaya que la perdono por el estado en que la vi...)
Él se fue y no dijo a donde, ni dejó número telefónico para dejarle el recado de que alguien se encontraba muriendo de amor por él. Desapareció tan rápido como ella se enamoró.

Valgan verdades, remedio conocido no existe para el olvido, en el caso de esta relación corta en duración e intensidad es probable que el olvido llegue pronto y por qué no, vestido de hombre... (la famosa teoría del clavo que saca a otro clavo=)

Pero, si esta fascinación que se resiste morir, hace vivir lo que nunca antes a una mujer (casos típicos como las primeras experiencias) es posible que viva aferrada a ésta siendo más difícil su encajonamiento en el baúl de los recuerdos.

Pues según las circunstancias para olvidar basta una hora o dos... el tiempo a la larga sera lo de menos, lo importante es que el olvido en algún momento llegó...

No hay comentarios.: